Llevaba ya algún tiempo sin participar en una carrera de montaña (desde el 26 de junio, en el Cross de Piedralaves) y ya tocaba.
A las 7:50 salgo de Ávila, con la intención de ir tranquilo y llegar a la Pedriza sobre las 9:00 horas. Más o menos llegue a esa hora, lo que pasa es que cuando llegué estaban los dos parking, el de Canto Cochino y el que hay más arriba, completos y me toca dar unas vueltas para encontrar sitio. Cuando lo encuentro y me dirijo a recoger el dorsal me encuentro con Mina y me dice que llego tarde, al principio me desconcertó y pensé que lo mismo me había equivocado y la carrera era a las 9:30, pero no, era a las 10:00, me sobraba tiempo.
Recojo el dorsal y de vuelta al coche a dejar ropa saludo a los conocidos, Pedro, Esteban, Fico, Luisete, Ángel…. y les pregunto por la carrera, ya que yo es la primera vez que la realizo. Ángel y también Fico me cuenta un poco el recorrido y me viene muy bien la información.
A las 10 y muy poco y después de unas palabras de Felipe, se da la salida. La gente sale disparada, es la salida más rápida en carreras de montaña que yo he visto, pero tiene su explicación: al kilometro y medio de carrera se producía un estrechamiento y solo se puede ir en fila de uno, y la gente quiere coger posiciones.
El grupo se ha estirado desde el principio y parece una serpiente multicolor. En la pradera del Yelmo nos juntamos cuatro Tierras Trágame: Fico, Pedro, Rubén y un servidor y realizaríamos juntos prácticamente toda la ascensión a las Torres, solo un poco antes de llegar arriba se van por delante Rubén y Fico.
La subida se hace es dura y se me hace larga, más cuando encontramos un poco más arriba del Collado de la Ventana a un miembro del GREIM y nos dice: ¡ya no queda nada para llegar arriba! Pues todavía quedaba.
Una vez arriba de las Torres, comienza la bajada. El primer tramo, hasta el Collado de la Carabina, donde hay un avituallamiento, lo hago tranquilo para recuperar un poco las piernas de la dura subida. Y a partir de aquí es donde más sufro de toda la carrera, más que subiendo. Todavía sigo padeciendo con las uñas de los dedos gordos de los pies, y cada salto, cada paso un poco obligado y cada mal apoyo veo las estrellas, me cuesta mucho bajar. Seguimos Pedro y yo juntos, pero en un momento oigo que tropieza, me aseguro que está bien y sigo bajando, me voy por delante. La bajada hasta el comienzo de la ascensión al Collado Cabrón se me hace muy larga.
La subida al Collado Cabrón, que dicho sea de paso, hace honor a su nombre, la hago andando y cuando llevo la mitad de la ascensión se me empiezan a subir los gemelos y tengo que acortar los pasos, ya voy bastante tocado. En la ascensión me vuelve a coger Pedro y me adelanta. Corono el Collado Cabrón y ya todo terreno favorable (en condiciones normales, pero con lo que llevamos…..) hasta la meta. También se me hace larga. Y es que yo suprimiría de las carreras a esos que te quieren animar y te dicen: ¡Ya solo queda un kilometro! Y como hoy en día casi todos llevamos relojes con GPS vas mirando cuando pasa ese kilometro, que al final se convierte en tres o cuatro kilómetros.
Al final llego a meta a continuación de Pedro, en la posición 39 (de 255 llegados) con un tiempo de 2:48:19.
El ganador en categoría absoluta masculina fue Jesús de la Morena Enríquez con un tiempo de 2:01:39. La ganadora absoluta femenina fue Maribel Martín de la Iglesia con un tiempo de 2:56:50.
Destacar también que en esta carrera estaba en juego la copa de Madrid entre Oscar Baeza López y Luis Alonso Marcos, que iba segundo en la general. Luisete necesitaba meter a tres corredores entre él y Oscar. Luisete lo intento, pese a estar tocado y al final no pudo ser, Luisete quedo 5º y Oscar 6º, proclamándose vencedor de la Copa de Madrid. Enhorabuena a los dos por esa lucha tan deportiva.
Las clasificaciones las podéis ver aquí.
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El track de la carrera lo podéis ver y descargar de la página de wikiloc.
Video de la carrera:
http://www.youtube.com/watch?v=AOAMtFFkoWE